El Final Four, un lugar donde se escriben historias

El Final Four es la semifinal y final del torneo universitario de Baloncesto Masculino de la NCAA. Este certamen es uno de los más vistos en los Estado Unidos, la habitual asistencia de 70.000 espectadores es el motivo por el que este torneo se realiza en estadios de fútbol americano y no en pabellones de baloncesto. Sin duda es uno de los mejores torneos y hoy será la gran final, donde veremos enfrentarse a una gran candidata, Virginia Cavaliers, contra una inesperada, Texas Tech Red Raiders.

Imagen de AS.

Virginia llega por tercera vez en su historia a un Final Four, es el principal candidato al título luego de terminar primeros en su conferencia la ACC convirtiéndose en campeones. Su trayecto a la final no ha sido nada fácil ya que en la final regional -la que decidiría quien asistiría a la semifinal del Final Four- se enfrentaron a una difícil Purdue, que luego de ir perdiendo logró empatar con un tiro milagroso de Mamadi Diakite, que los mandaría a tiempo extra para posteriormente ganar 80-75. Luego, se enfrentaría a la sorpresa, Auburn, quien los haría sufrir todo el partido llegando a los segundos finales perdiendo por 2 puntos.

Llegó entonces la última jugada del partido y Kyle Guy lanzó un tiro de tres para ganar, pero la pelota no entró, haciendo parecer que los Cavaliers de Virginia se olvidaban de la final. Más tarde, con un poco de suerte -y mucha polémica- el árbitro marcaria una falta de Samir Doughty sobre el tirador, falta que lo mandaría a la línea de tiros libre con la posibilidad de empatar y ganar el partido; efectivamente, así fue, tres libres dentro y Guy se vestiría de gloria y Virginia avanzaría a la final.

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Del otro lado, tenemos a Texas Tech, el que “menos sufrió” para llegar a la final, con victorias por más de 15 puntos en sus primeros dos partidos (78-58 vs Buffalo, 63-44 ante Michigan) resultados que los pondrían en la semifinal y se tendrían que ver la cara con otra de las favoritas al título, Michigan State Spartans (que vendrían de eliminar a la difícil Duke de Zion Williamson y compañía), pero una aguerrida defensa y una espectacular noche del base Matt Mooney que, con cuatro bombazos desde la línea de triples, le pondrían rumbo a Texas Tech a la victoria y a la gran final, el partido terminaría 61-51.

Para los Red Raiders este triunfo significa la primera final de un Final Four en toda su historia, tendrán finalmente la posibilidad de convertir el sueño de ser campeones en realidad. Esta final es la antesala de los Playoff de la NBA, que para demostrar la importancia de este partido no tendrá encuentros hoy.

Cosas a destacar de los equipos:

Virginia es el equipo que más lento juega en toda la NCAA, pero esto no quiere decir que no tengan armas ofensivas, ya que tres de sus jugadores promedian más de 13 puntos por partido (Ty Jerome, De’Andre Hunter y Kyle Guy), y son el segundo equipo con mejor eficacia ofensiva en toda la NCAA. También, cuentan con una férrea defensa que los pone de quintos en mejor eficacia defensiva, sin duda un equipo muy completo, que se ha ganado justamente el título de “favoritos”.

Texas Tech, guiados por Jarret Culiver, quien es líder en puntos, rebotes y asistencias esta temporada, han logrado romper con las predicciones y meterse en la gran final. Si algo define a los Red Raiders es su defensa, la misma que ha sido proclamada la mejor defensa de la NCAA, pero también se destaca que su menospreciada ofensiva que no está nada mal, ya que en sus últimos 14 partidos promedian 77 puntos por encuentro, con francotiradores como Kyle Edwards y David Morretti.

Sin duda, este será un partido en el que cada posición podrá definir al nuevo campeón, los lugares de apuestas ven a Virginia como gran favorito, pero no se confíen, porque Texas Tech están acostumbrados a cerrar bocas y sorprender. El US Back Stadium de Minneapolis será el lugar donde uno de los dos equipos levante el trofeo.

Una final que dejará marca en una universidad, pero ¿quién será la que levante las manos al terminar el partido? Hoy desde las 9:00 de la noche se empezará a escribir la historia.

Por: Jerson Marín