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La Sucursal se vistió de Verde y Rojo

  • Foto del escritor: Contenido Línea Prensa - El Ágora
    Contenido Línea Prensa - El Ágora
  • 30 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

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Tomada de : ElPaís.com.co

El pasado sábado 16 de Marzo, la noche se tiñó de rojo y verde en la Sucursal del cielo, pues se disputaba el clásico Vallecaucano número 317 en la ciudad de Cali. La euforia resaltaba en los rostros de los seguidores de estos clubes y el ímpetu por ver a su equipo triunfar era insaciable.


El presente de los equipos era muy similar, pues estadísticamente ambos clubes llegaban al clásico con solo 1 punto de diferencia en la tabla de clasificación y siendo propietarios de los 2 goleadores de la liga, por el lado del América, Fernando Aristeguieta con 9 goles, y Juan Dinenno del Deportivo Cali con 7.


El partido se jugó en el estadio “Palmaseca”, propiedad del Deportivo Cali, por ende se esperaba que las graderías se decoraran con casacas verdes y blancas, pues tenían que hacer valer su localía. Aproximadamente 18 mil aficionados arribaron al estadio para ver este apasionante choque de gigantes del fútbol colombiano.

A las 5 pm en punto, sonó el silbato del árbitro “Wilmar Roldán”, dando inicio de una vez por todas al encuentro que dividiría por 90 minutos muchos corazones caleños. ¡Empezaba el clásico!


El conjunto verdiblanco dominó los primeros 15 minutos del partido, con jugadas y triangulaciones bien elaboradas por parte de sus volantes creativos, haciendo recostar por un rato a “La Mechita” en su propio campo. Esta secuencia no duraría mucho, los jugadores escarlatas empezaron a replegarse por la cancha e igualaron las cargas del partido.


En el minuto 30, América de Cali era el dueño absoluto del balón, sus jugadores no demostraban ninguna clase de nerviosismo y ponían a sudar frío a los aficionados azucareros. Este dominio se ratificó pocos minutos antes de acabar la primera etapa del partido, pues en el minuto de adición se fabricaría la primer y única jugada de gol del encuentro; Francisco de Lorenzi no pudo rechazar de manera correcta el centro rastrero ejecutado por Héctor Quiñones, e inflaría la portería Sur del estadio palmireño con un autogol. América tenía la ventaja.


El partido finalizó a las 7 de la noche, dando como resultado final un 1 a 0 a favor del América de Cali, dejando a los seguidores azucareros con una sensación de completa frialdad, pues su club había perdido con su mayor rival y lo peor es que todo pasó siendo ellos los locales.


América de Cali se alzó con el triunfo, pero lo mejor de todo fue que el clásico se vivió en paz, como se debe de vivir siempre el fútbol, pues detrás de la camiseta somos paisanos, vecinos y hermanos de corazón.


Los jugadores dieron clase de lo que es nuestro futbol caleño, lleno de pasión, garra y talento. Así terminó pues, uno de los derbis más importantes de Colombia, Deportivo Cali 0-1 América de Cali.



Por: Sebastián Quintero

 
 
 

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