Me pierdo en sus ojos

Me pierdo en sus ojos,

me hundo de dolor en su desprecio,

me mira con indiferencia;

que suerte la mía de poder mirarle,

pero no se compara con la suerte de ella.

Usted la mira porque sí,

porque quiere y es libre de mirarla

y es amor, lo sé, porque así le miro yo,

como se miran las personas felices.

Pero caos de mi sentir se sale de mis manos,

es por eso que me alejé,

con el dolor dentro y la sonrisa fuera;

pero eso no quiere decir que me alejé del todo,

eso quiere decir que de cierta forma me quiero

y a pesar de que la desdicha de no tenerle sea tan evidente,

yo intento que todo esté bien,

y por todo, me refiero a usted.

Lo único cierto es que de quererle como le quiero,

no puedo más.

Para quererle no hizo falta luna, ni sol, ni estrellas,

hizo falta usted.

Yo lo sigo esperando aunque usted no lo note,

pero no se preocupe,

solo lo esperaré esta vida.

A pesar que hayan días en los que usted sea lo único que pasa por mi mente,

voy a vivir

y con la misma forma de quererle,

me querré;

sin embargo, el vacío de su ausencia sigue aquí,

ya no tan fuerte,

ya no tan importante,

solo seguirá.

Sabe,

es reconfortante saber que usted está bien.

No conmigo,

pero está bien

y es que quererle solo es problema mío,

porque no se obliga a sentir

y tampoco se pierde lo que nunca se ha tenido.

Por: Sara Rosero